alguacil

• La ley 20, título 9, Partida, dice así: «Alguacil llaman en arábigo aquel que ha de prender y de justiciar los hombres en la Corte del Rey, por su mandado o de los jueces que juzgan los pleitos. Mas los latinos llámanla justicia, que es nombre que conviene asaz al que tal oficio tiene, porque debe ser muy derechurero en la cumplir, &c.» El padre Guadix dice qu está el vocablo corrompido de al-guazir, que vale ministro de justicia, justicia, merino y justicia mayor. Diego de Urrea dice lo mismo, que alguacil es ministro de justicia para echar mano de los malhechores y recogerlos y allegarlos a las cárceles para ser juzgados de los jueces y, en su terminación, se dice vesilun, del verbo vesale, que significa allegar. Y así el alguacil será allegador y recogedor, no digo de hacienda, sino de delincuentes, como lo dice la sobredicha ley por estas palabras: «Otrosí él ha de prender aquellos que fueren de recaudar». Y porque el sonido desta etimología no cuadrara a todos, advierte el dicho Urrea que todos los nombres que empiezan gua los árabes los pronuncian va, con la ו vau de los hebreos. Pero los moriscos de España la pronuncian gua, de modo que por al vasil dicen al guacil, sin perjuicio de lo dicho, porque yo doy grande crédito a Diego de Urrea. Podríamos decir que al-gacil es hebreo, del verbo גָזָל, gazal, rapere, porque echa mano del delincuente. A cierto género de araña ponzoñosa que hace una tela donde se enredan las moscas y se mantienen dellas, dicho por los latinos phalangium, llaman comúnmente alguacil de moscas. Y de aquí tomó ocasión el dicho tan celebrado, que las leyes se hicieron para castigar los pobrecillos desventurados que no tienen quien vuelva por ellos ni fuerzas para defenderse, y así se quedan asidos en la telaraña, pero los ricos quebrantan las leyes y las rompen como un pájaro que topó en la telaraña y se la lleva en las uñas. Antonio Nebrija llama al alguacil officialis præfecti, vel executor. Decimos «Cada cual tiene su alguacil» cuando se quiere significar que todos tienen sus infortunios, por una u otra parte.