Los padres de nuestros padres. Díjose agüelo del nombre latino avus, ab ævo nominatus, quod patre antiquior sit, vel a Græco αυος, quod siccum significat et aridum, y así los agüelos, de viejos, están secos, arrugados y pasados como higos, vel a verbo αυω, quod inter cætera significat clamo, porque los viejos de ordinario son vocingleros y gruñidores, græcē dicitur παππος, que vale padre mayor. «Quien no sabe de agüelo, no sabe de bueno». Los agüelos quiren mucho a sus nietos y, ordinariamente, siendo criados por ellos, salen viciosos, por la poca disciplina que han tenido y mucho regalo. Y, por esta razón, la palabra nepos significa muchas veces mozo perdido, mal inclinado y mal criado. Horacio, libro 1, Sermones, sátira 4:
At pater ardens Sævit, quod meretrice nepos insanus arnica FHius, uxorem grandi cum dote recuset.