Lo que se da al corredor que interviene en la compra y venta de alguna cosa, o al oficial fuera de su trabajo de manos. Al es artículo, boroque es nombre arábigo, corrompido de hebreo, y su raíz es el verbo בֵרֵךּ, berech, que, entre las demás significaciones que tiene, una es offerre munus, porque el alboroque es una dádiva graciosa que se ofrece por la diligencia y cuidado que ha puesto el tercero en concertar al que compra con el que vende. Otros dicen que el alboroque es el «Buena pro os haga», porque, efectuada la compra de alguna cosa, o al rematarle en el pregonero, o el terecero, le dice que buena pro le haga. Y así, vendrá del verbo בָרַךּ, barach, bemedicere salutare. Beber el alboroque en las aldeas, cuando se compra alguna tierra, viña o casa, es muy ordinario. La ley II, título 12, del libro 5 de la Nueva Recopilación, usa deste nombre truncado, y llama al alboroque «oque», donde manda que los tundidores y sastres y jubeteros, ni otras personas, no lleven hoques por ir a sacar paños o sedas, ni otras mercaderías, a casa de los mercaderes con los que van a comprar. Y, según esto, diríamos al-horoques, y de allí «alboroques».