La blanca flor del lirio real. Latín Lilium. Es nombre Hebrero sosana, corruptamente se dijo sosena y susena, con el artículo arábigo, a-susena, y «azucena». Diodoro Siculo, libro 3, dice que Nino ofreció a Menon por mujer una hija sulla, dicha Sosane, que vale «azucena». Los persianos, abreviando el nombre, dijeron susa. Y a una ciudad, corte de los reyes de Persia, llamaron Susa, y por interpretación, Lilio.
Llámase el lirio o azucena, cerca de los poetas, rosa iunonis, y fingen haber mudado el color cardeno en blanco con ocasión de que, estando durmiendo en el cielo su marido Júpiter, le arrimó al pecho, unos dicen que a Hércules y otros que a Mercurio, y acudió tanta leche que después se derramó gran cantidad. La que corrió por el cielo se llamó Vía Láctea, por la mancha blanca que imprimió en él, y la que cayó en tierra acertó a dar sobre los lirios o azucenas que, siendo antes de color roja, le mudaron en blanca. La verdad es que los rayos de muchas estrellas pequeñas y espesas que están en aquella parte se confunde la luz de unas con la de las otras y, randiando en ellas la del Sol, se forma este pedazo de cielo blanco. De esta materia verás a Aristóteles, Meteorología, libro 1 y a Ptolomeo, libro 8 de su Almagesto, capítulo 2, Plinio libro 18 capítulo 19, Macrobio libro 1 in Somnium Scipionis, Ovidio, libro 1 Metamorfosis.
Es el azucena símbolo de la castidad por su blancura, y de la buena fama por su olor. Podrás ver a Brixiano en sus Comentarios Simbólicos. Verbo lilium.