Latinē struthius, i, struthio camellus, i. Es la mayor de las aves, si ave se puede llamar, porque aunque tiene alas, no vuela con ellas, tan solo le sirven de aligerar su corrida, sin jamás levantarse de tierra. Tiene las uñas hendidas, como el ciervo y, cuando huye, va asiendo con ellas las piedras y las arroja a quien le sigue. Traga todo cuanto le arrojan y lo digiere, y es tan estólido y bobo que si esconde tan solamente la cabeza entre alguna mata, piensa que está todo él encubierto y seguro de los cazadores. Sus huevos son hermosos de grandes y, por devoción, los cuelgan en algunos santuarios. Sus plumas, curadas y teñidas de varios colores, adornan las celadas de los soldados, las gorras y los sombreros de los galanes. Vide Plinio, libro 10 de su natural historia, capítulo 1. Está compuesto el nombre de ave y struzio. Hay algunas empresas del avestruz, aludiendo a su naturaleza y condiciones. El Dolce tiene una del avestruz, con un clavo en la boca, y por letra: DURISSIMA CONCOQUIT.
Otra empresa hay de de D. Juan de Borja del mesmo avestruz, con una herradura en el pico, y por letra SIC NUTRIUNTUR FORTES.
Hay otra del mesmo avestruz que tienen delante de sí los huevos que ha puesto y lo está mirando de hito en hito.
Es cierto que, por ser tan pesado animal, no puede echarse sobre los huevos, como hacen las demás aves, porque, cargándose sobre ellos, los quebraría. Y diole naturaleza tal infinito que, cavando en la arena, hiciese un hoyo y los pusiese allí, cubriéndolos después con ella y con el amor natural está de ordinario mirando a esa parte; y no porque los empolle con la vista, como algunos falazmente pensaron, porque eso hace el sol, como acá experimentamos, que en el estiércol caliente, sin que se eche la gallina sobre los huevos, se suelen sacar los pollos. Job, capítulo 39: Penna struthionis similis est pennis herodii et accipitris. Quando derelinquit ova sua in terra, tu forsitan tu forsitan in pulvere calefacies ea.
En la Escritura, es tenido el avestruz por animal cruel, malo, solitario y, casi siempre, cuando hace mención de él, le trae en compañía de los dragones. Job, capítulo 30, número 29: Frater fui draconum, et socius struthionum. Y otra letra: Socius filiabus ululae. Esaías, capítulo 13, número 21: sed requiescent ibi bestiæ et replebuntur domus eorum draconibus et habitabunt ibi struthiones. Y en el capítulo 34, número 13: Erit cubile draconum et pascua struthionum. Y en el capítulo 43, número 20: Glorificabit me bestia agri, dracones et struthiones. Jeremías, capítulo 50, número 39: Proptereà habitabunt dracones cum faunis ficariis; et habitabunt in ea struthiones. En los más de estos lugares, entienden muchos de los expositores tomarse los estrutiones por los demonios. Y en aquel lugar, Threnorum [Lamentaciones], capitulo 4, libro 2: Sed et lamiæ nudaverunt mamman lactaverunt catulos suos filia populi mei crudelis quasi strutio in deserto. Parece aludir a los que tenemos dicho de que pone los huevos y no cura de ampollarlos, conforme a la opinión del vulgo, por el poco o ningún amor que tiene a su prole contra la inclinación de todos los demás animales.