Planta conocida que en unas vainillas cría ciertos granos duros, anchos y rojos. Y en cada vaina se suelen hallar cinco o seis. Estos, aunque son amargos, se vuelven dulces si se echan en agua, y son provechosos para matar las lombrices en el vientre. Abren las opilaciones y provocan el menstruo. El humo dellos destierra los mosquitos. Vide Dioscórides, libro 2, capítulo 101, y allí el doctor Laguna en sus anotaciones. Este nombre es griego, θερμος, thermos, latinē lupinus, del nombre θερμη, calor, de donde tomaron también nombres las termas, que valen baños de aguas calientes. Y diéronle este nombre por tener en sí un intenso calor; tanto, que el caldo en que se han cocido, si se bebe, aunque sea después de estar frío, quema. Y de aquí nació un proverbio contra los resabidos, astutos y cálidos, que cuando parecen estar más apacibles y tratables, dicen que son como caldo de altramuces, que está frío y quema, o como el caldo de la zorra, por la mesma razón, que es de naturaleza cálida, de donde le procede tanta malicia. De manera que este nombre altramuz tiene el artículo al de los arábigos y el nombre, algún tanto mudado, es griego, y habíamos de decir al-termus y, corrompido, decimos altramuz. San Isidoro: Lupinus Græcum nomen est de quo Virgilius Tristesque Lupini, quia vultum degustantiæ a maritudine contristat, de λυπη, ης, lypi, lypis, tristitia.