Alzar el dedo, entre los niños, es asegurar y prometer para cumplir. También vale otorgar y aprobar alguna cosa. Y así, los griegos tienen un verbo προχειρε τονεω, deligo, a porrigendis digiris, quo gesta suffragabatur olim populus. Lexicon græcum. En España, particularmente, es señal de dar su palabra y asegurar, y dicen que en los juramentos que se toman a los ministros de la Casa Real, hay ceremonia para seguridad de alzarlos dos dedos, el índice y el medio. Y en un romance viejo del conde Fernán González, dice: «Todos alzaron los dedos en señal que se juró».
Se dijo de alto. Su compuesto es ensalzar. Alzar en el santo sacrificio de la misa es mostrar el sacerdote al pueblo la hostia y el cáliz consagrados. Tañer a alzar es la plegaria que a ese tiempo se hace una señal, a la que todos los fieles, donde quiera que están, cuando la oyen, se hincan de rodillas y hacen oración. Alzar los manteles es acabar de comer. Alzar de eras: barrer todo lo que hay presente, como hace el labrador cuando ha recogido su pan y encaramándolo. Alzar, en el juego de naipes, es dividir la baraja para que los naipes que estaban debajo se pongan encima. Alzarse a mayores: no querer dar parte de la presa a los demás, como hermano mayor y más poderoso. Alzarse, en el juego: dejarle yendo con ganancia, sin esperar a que los contrarios se puedan desquitar. Alzarse el banco es quebrar su crédito. Alzar cabeza: volver el que estaba postrado y, salido, rehacerse. Alzarse el agua: haber empezado a llover y, por sobrevenir viento contrario a la pluvia, desbaratarse las nubes. Alzar la voz: hablar alto. Alzar las faldas: mostrar sus vergüenzas. Alzar el edificio: levantarle en mayor altura. Alzarse el precio de las cosas: encarecerse. Alzarse un reino, provincia, ciudad o castillo es rebelarse contra su señor. Alzar la mano de un negocio: no tratar más dél. Alzar, cerca de los músicos, es cuando el maestro de capilla, habiendo echado el compás a la mitad dél, levanta la mano. Jugar al alzar: echar en alto alguna moneda sobre enladrillado o enlosado, y el que está más lejos de la raya o juntura, gana, y suele perder doblado el que cae sobre la raya. Alzaprima: una invención de los oficiales de edificios que, asiendo en la pared, o otra cosa, y cargando en el contrapeso, la levantan en alto. Dar a uno alzaprima es ponerle alguna trampa o engaño para derrocarle y arruinarle. Alzadas es una judicatura que representa la suprema jurisdicción en respeto del juez ordinario, y tiene su límite hasta la cantidad que puede conocer, para amparo de los pobres que no tienen facultad de poder acudir al Consejo y Chancillerías; y así, en Toledo, hay alcalde de las alzadas, que vale tanto como de apelaciones. Verás todo el título 23 de la tercera Partida, y alzada vale tanto como apelación. Alzarse la regla a la mujer que le empezó a bajar y, por algún accidente, cesó. Alzacuello: una invención que tienen las mujeres para levantar el cuello, como arandela. Alzar alguna cosa, en lengua tosca, es guardarla. Alzar la palabra: soltarla. Alzar el destierro: perdonarle. Alzar de obra: acabar el trabajo.