Piedra. Latinē alumen, alumine, quod lumen coloribus tingendis præstet. En griego se llama στυπτηρια, stypteria, ab adstrigendo. Hay tres diferencias de alumbres; quien quisiere en particular saber las calidades de todas, lea a Dioscórides, libro 5, capítulo 81, y allí a su comentador Laguna, y a Plinio, libro 35, capítulo 15. Sin embargo, de la etimología dicha que refiere el Calepino, no es fuera de propósito la que apunta el padre Pineda en el libro 9, capítulo 23, § 3, de su Monarquía Eclesiástica, hablando de que cierta torre de madera no pudo ser quemada de los contrarios, da la razón, porque estaba bañada en piedra alumbre, que tiene virtud de resisitir al fuego; lo cual dice también Estrabón, libro 16, y la palabra alumbre lo significa, &c. El cómo es en esta manera: porque la a dice negación o adversión, y estando compuesto del nombre de a y lumen, valdrá tanto como contra la lumbre, o sin lumbre. Amiano Marcelino, libro 20, cuenta que, combatiendo el emperador Constantino la ciudad de Bezabden, que la había tomado Sapor, rey de los persas, bañaba en alumbre los ingenios con que batía el muro, porque no se los quemasen los persas con el fuego que le echaban desde arriba. Esto también refiere el padre Pineda en el sobredicho lugar.