Dice Diego de Urrea que, en su terminación arábiga, se dice mehaddetum, del nombre haddun, que significa mejilla. Y por ser nombre local almohada, tiene la letra m o la partícula mo, que significa lugar, cosa sobre que está otra, y así, al-mo-haddetun, corrompido, decimos almohada. Sin embargo desto, digo que puede ser nombre hebreo, del verbo םָעַד, mahad, que significa declinare, reclinare. Y sobre el almohada declinamos la cabeza. En latín la llamamos cervical, a cervice, porque reposa sobre ella la cerviz y la cabeza; y, por otro nombre, pulvinar, a plumis quibus farciebatur. Lo uno y lo otro comprehendió Marcial en un dístico, libro 14, epigrama 146:
Tinge caput nardi folio, cervical olebit.
Perdidit unguentum cum coma, pluma tenet.
Consultar un negocio con el almohada es no tomar luego el parecer ni darle sin mirarlo primero despacio, y dormir sobre ello.
Almohadas llaman ciertas piedras de sillería que, en cuadros, salen y resaltan de la obra. Y una carnosidad que se hace a las mulas en los lados de los sillares se dicen almohadillas, por estar levantadas. Y almohadillas sobre que las mujeres cosen y labran.