Ciudad asentada a la ribera del mar Mediterráneo, a los confines del Andalucía y del Reino de Murcia. Entienden los cosmógrafos, en especial Tarafa y Molecio, ser la que Ptolomeo llama Abdara, y Estrabón, Abdera, Hispaniæ, Beticæ opidum, vide Abraham Ortelius, verbo Abdera, y Coqueo, según refiere el mesmo Ortelius, dice haberse llamado Portus Magnus. Otros Adra Urgi, vel Urigia. Como quiera que sea, los moros las llamaron Almería. Algunos dicen que el capitán Tarif, cuando vino a España, trajo consigo a otro capitán llamado Almeric, y este ganó a Almería y le dio su nombre. El padre Guadix dice que vale tanto como espejo. Diego de Urrea, en su terminación arábiga, dice llamarse Merietun, que vale tanto como lugar desde donde se tiende la vista y se descubre mucho, y por ser nombre local, la me no es radical, y así se dijo del verbo reeye, que significa ver o descubrir con la vista, y así, Almería es lo mesmo que si dijéramos al-me-reeia, Finalmente es de raíz hebrea, del verbo רָאַה, raá, cernere, intueri, videre; al-ma-raá. No dudo yo, sino que, atento que aquella ciudad tenía tan principal puerto, habría en él, como muchos afirman, alguna gran torre, de donde se descubriese mucha mar y tierra, y de allí haber tomado el nombre de Almería, conforme a lo que tenemos dicho. Esta ciudad ganó de los moros el rey don Alonso, dicho Emperador, asistiendo con él don García, rey de Navarra, y don Ramón, conde de Barcelona. Y los genoveses, a los 17 días de octubre del año 1147. Los despojos se repartieron entre los soldados, y los genoveses escogieron en premio un plato de esmeralda, el cual juzgaron deberse preferir a toda la demás presa junta, y hoy día le tienen con gran custodia en su tesoro.