Un cierto género de jáquima o cabezada muy pulida que suelen echar a los caballos sobre el mesmo freno, cuando los señores se apean dellos para tenerlos asidos y seguros los mozos de espuelas. Dice Urrea que, en su terminación arábiga, es mertacun, del verbo reteca, que significa tener fuerte y tirar para sí. Y porque lo reduzgamos a términos que todos lo puedan entender, señalémoslo así: al-m-reteca; la al es artículo; la m es instrumental, por ser la almártega instrumento para retener el caballo; el reteca pierde la e y retírase con la ma y decimos almárteca; la c y la g son letras permutables tenue en media. Tras esto es de saber que el vocablo almártega es hebreo, del nombre רָתָק, ratach, que vale catena, por ser como cadena con que está preso el caballo y atado. De manera que, con el artículo y la m, dirá al-martach, y de allí almártaga, conforme a lo que está dicho de la permutación de c en g. A los que no supieren la lengua hebrea les ha de parecer todo algarabía, así el arábigo como el hebreo. Los que tienen noticia de la lengua santa me defenderán.