Es un barrio en la ciudad de Granada de tiendas de las sedas, adonde, desde el tiempo de los romanos, se pagaban los derechos dellas a los césares y, por eso, le pusieron ese nombre, que alcaicería vale cosa perteneciente a César. Y referiré aquí (para que esto se entienda mejor) lo que escribe don Diego de Mendoza en su historia de la rebelión de los moriscos de Granada, que anda de mano. El alcaicería, que hasta ahora guarda el nombre romano de César, a quien los árabes, en su lengua, llamaron cayzar, como casa de César, dicen las historias arábigas, y algunas griegas, que, por encerrarse y mercarse dentro la seda que se vende y compra en todo el reino, desde que el capitán Justino concedió por privilegio a los árabes licencias que solos pudiesen criarla y beneficiarla; mas extendiendo debajo de Mahoma y sus sucesores su poder por el mundo, llevaron consigo el uso de la seda y pusieron el nombre a las casas donde se contrataba, en que después se recogieron otras muchas mercaderías, y pagaban derecho a los emperadores y, perdido el Imperio, a los reyes. El padre Guadix añade que en Palestina hay una ciudad dicha Cesárea, donde el trato de las sedas es grande, y la llaman los árabes Cayceria. Juan López de Velasco: alcaicería, lonja de mercaderes.