Portus magnus. Es una gran laguna que sale de la mar, cerca de la ciudad de Valencia, la cual Plinio, libro 3, capítulo 3, llama amenum stagnum. Díjose albufera, según algunos, de «bufido», porque con el soplo del recio viento en la mar, arroja de sí con ímpetu el agua y la echa fuera de los límites ordinarios de sus riberas. Y así, la llaman æstuarium, porque es como un hervor del mar. Diego de Urrea dice que vale tanto como laguna que sale del mar y, en terminación arábiga, se dice bufirum. El padre Guadix le deduce de al y buhar, que vale mar, y su diminutivo buhaira, albuhaira, albuhera y «albufera». Y que esta es frase de los hebreos, que llaman mar a cualquiera estanque grande de agua, o laguna, según el lugar del Génesis, capítulo 1: Et vocavit Deus aridam Terram, congregationesque aquarum appellavit Maria. Es de grandísimo entretenimiento, porque allende de haber mucho pescado en ella, hay gran diversidad de aves, en particular las que llaman fojas. En otra parte, dice Diego de Urrea que albufera se dice en arábigo ebutaretum, compuesto de bu y de faretun, del verbo fare, defectivo de vau; la cual letra se convirtió en alif acento; y el dicho verbo significa crecer el agua hasta salir a cubrir la tierra seca; y la partícula bu en el principio le es como epíteto del efecto. Bien veo que esto no solo es arábigo, pero es como dicen algarabía, pero los que supieren la lengua hebrea lo entenderán.
En lengua toscana, bufera vale variedad de viento. Y así, «albufera» podría significar lugar combatido de los vientos. Y díjose así del sonido que hacen y del bufido que dan, quebrándose unos en otros. Antonio de Nebrija llama al albufera de Valencia portus magnus.