Es un cierto movimiento de cuerpo y de ánimo conque significamos voluntad o disgusto de alguna cosa. «A» es una interjección y afecto del ánimo; «demán», de mano, porque entre los demás miembros del hombre, las manos son las que más acompañan la voz y la ayudan a significar los afectos del alma. Y así, los ademanes se hacen con el movimiento de las manos. Si suplican, juntan las manos. Si amenazan, cierran el puño. Si llaman, mueven la mano para su pecho. Si despiden, la alargan para fuera. Si piden, alargan la mano. Si no quieren recibir, la esconden. &c.