Primera letra en orden cerca de todas las naciones que usaron carácteres, como nos consta de hebreos, árabes, griegos, latinos, y los demás; y esto por ser simplicísima su prolación. Los latinos dicen a, los griegos alpha, los hebreos aleph, los árabes aliph, los fenices alioz, el indio alephu. Y así, es la primera que el hombre pronuncia en naciendo, salvo que el varón, como tiene más fuerza, dice a, y la hembra e, en que parece entrar en el mundo, lamentándose de los primeros padres Adán y Eva. Llamose letra vocal porque, sin ayuda de los demás instrumentos con que se forman las letras, se pronuncia así ella como las demás vocales que se le siguen en orden, yendo apretando y recogiendo la boca, y formando el golpe del aliento, el de la «a», libre, el de la «e», cerca de los dientes, el de la «i», en el paladar alto, el de la «o», algo más retirado, y el de la «u», en el paladar, acabando de cerrar los labios; y todas las cinco vocales, o con el espíritu tenue, o con el áspero.
La simplicidad de la letra «a» es tanta, que no se niega su pronunciación a los mudos, los cuales, con sola ella, ayudándose del tono, del semblante, del movimiento de manos, pies, ojos, y todo su cuerpo, nos dan a entender en un momento lo que los muy bien hablados no podrían con muchas palabras. Y así se aprovechan de ellos muchos señores en el servicio, cerca de sus personas; porque con sola una seña que les hagan, están al punto en lo que se les manda, y juntamente por su camino son más parleros que picazas. Los que sacan misterios de las letras, dicen que la «a», dicha aleph cerca de los hebreos, se interpreta doctrina, camino y bienaventuranza, haciendo de todas tres significaciones un concepto, dicen, Doctrina legis est via ad beatitudinem æternam.
Cerca de los griegos, la «a», dicha alpha, significa «principio», por ser la primera letra de su alfabeto, como la ω omega en el fin, a causa de ser la postrera. Apocalipsis, capítulo último: Ego sum alpha et omega, principium et finis.
Los egipcios formaron su dios Canopo con esta letra «a» en la mano, en señal de su dignidad, como lo refieren muchos autores, y lo pondera fray José de Sigüenza en la vida de San Gerónimo lib. 1 fol. 16. Algunas veces, la letra «a» es voz de la tercera persona del singular del verbo «he, has, ha» castellano, que significa «tener», o «haber»: «yo he», «tú has», «aquel ha». Pero algunos quieren que entonces sea aspirada, y en esto el uso puede mucho. Ejemplo: «Quien no se aventura, no ha ventura». Significa trato de tiempo, como «No ha un año que vine a esta tierra». En nuestra lengua castellana sirve de proposición, que señala el caso dativo, como «A Pedro toca el gobernar», y otras veces al caso acusativo, como «Yo amo a Dios». Responde al adverbio de lugar ad quem, como «Yo voy a Roma», y al verbo infinitivo, como «Voy a comer». Vale por interjección o adverbio con que llamamos, como «Ah, Dios», «Ah, señor Fulano». Los verbos que se forman de nombres toman por principio la letra «a», como de «lanza», «brasa», «pasto», «carro»: «alancear», «abrasar», «apacentar», «acarrear». Repetida tres veces, la «a» declara la impotencia del mudo para poder hablar. Y para mí, que lo soy en lo que pretendo, y querría explicarme, significarán las tres personas Padre, Hijo y Espíritu Santo, un solo Dios verdadero, diciendo con el profeta Jeremías: «A. A. A. Domine Deus, ecce nescio loqui, quia puer ego sum, suplicando a mi Dios, trino en personas y uno en esencia, me ayude con su gracia para poder continuar este trabajo, y acabarle a gloria suya y aprovechamiento de todos, sujetándome a la corrección de la Santa Madre Iglesia Romana, y protestando tener y creer lo que ella tiene y cree. Y juntamente pido con humildad y reconocimiento al pío lector perdone mis faltas, y como próximo me advierta aquello en que yo hubiere errado, cerca de la interpretación y etimología de los vocablos, que por estar la lengua castellana tan mezclada de otras lenguas, no será posible acertar en todo. No embargante, que hasta ahora no sé que ninguno haya emprendido este trabajo llevándole al cabo, como yo pretendo, si Dios me diere su ayuda, salud y vida, para proseguirlo y darle fin. Y continuando mi propósito, digo que esta letra «a» en las notas nuestras significa aprobación, como la «r» reprobación, de las cuales usan en el dar los grados en las universidades, como en los tribunales antiguamente usaron la mesma «a» y de la «c», que valen Absolvo et condemno, y por eso se llamó letra de salud.